Fantasear con ganar la lotería y lograr la libertad económica, es más común de lo que se cree, ya que por el contrario, la carencia de dinero puede generarnos una larga lista de sentimientos.

Reconocer las emociones que tenemos en torno al dinero,  puede ayudar a detectar patrones de comportamiento nocivos,  a recobrar la paz mental y a implementar acciones para entrar en control. ¿Con cuál de los siguientes puntos te identificas?

  • Culpabilidad por gastar dinero.
  • Vergüenza por buscar préstamos para solventar los compromisos.
  • Temor de revisar la cuenta bancaria y de hablar de dichos temas.
  • Estrés por la propia manutención y/o de la familia.
  • Agotamiento por los problemas generados por la falta de dinero.

 

De acuerdo con  la Asociación Nacional para la Salud Mental de Reino Unido, estas reacciones a la falta de liquidez, pueden envolvernos en un círculo vicioso e interferir en el cómo resolvemos o descuidamos la situación, ya que al sentirnos mal, quizá no tengamos la energía suficiente para gestionar las finanzas, llegando a sentir  incluso que no vale la pena intentarlo.

 

Si para sentirte mejor gastas más de lo que puedes pagar, significa que vas en sentido contrario y el no revisar las cuentas por pagar, puede provocar la acumulación de deudas sin intentar poner orden.

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